fmi – Feria de maravillas insuperables 2022
Se extiende hasta el 23 DIC.
14-19H
Se extiende hasta el 23 DIC.
14-19H
Ph. Ignacio Iasparra
Tarjetero metálico con tarjetas impresas de 15 x 20 cm c/u.
80 x 50 cm
P.A. + edición de 3
Impresión giclée
46 x 69 cm
Edición 1 de 5 + P.A.
Lápiz y pastel sobre passepartout
42 x 80 cm
Lápiz, pastel y papel (collage) sobre papel
28 x 48,5 cm
Acrílico y óleo sobre tela
100 x 125 cm
C-print; Impreso en 1986
17 x 9 cm
Copia de época. Pieza única
C-print; Impreso en 1986
25 x 20 cm
Copia de época. Pieza única
C-print; Impreso en 1980
25 x 20 cm
Copia de época. Pieza única
C-print; Impreso en 1980
25 x 20 cm
Copia de época. Pieza única
Acrílico sobre tela
51,3 x 39,5 cm
Capturas de pantalla de Facebook y lápiz sobre papel
98 x 68 cm
Capturas de pantalla de Facebook y lápiz sobre papel
98 x 68 cm
Gouache y cerámica esmaltada
60 x 40 x 5 cm
Copia única
Gouache y cerámica esmaltada
60 x 40 x 5 cm
Copia única
Gouache y cerámica esmaltada
60 x 40 x 5 cm
Copia única
Lápices de colores, grafito en polvo y goma laca sobre papel
100 x 80 cm
Grafito en polvo y lápiz blanco sobre papel
24 x 32 cm
Lápices de colores, grafito y acuarela sobre papel
32 x 48 cm
Ph. Ignacio Iasparra
Tarjetero metálico con tarjetas impresas de 15 x 20 cm c/u.
80 x 50 cm
P.A. + edición de 3
Fotografía digital
46 x 69 cm
Edición 1 de 5 + P.A.
Lápiz y pastel sobre passepartout
42 x 80 cm
Lápiz, pastel y papel (collage) sobre papel
28 x 48,5 cm
Acrílico y óleo sobre tela
100 x 125 cm
C-print; Impreso en 1986
17 x 9 cm
Copia de época. Pieza única
C-print; Impreso en 1986
25 x 20 cm
Copia de época. Pieza única
C-print; Impreso en 1980
25 x 20 cm
Copia de época. Pieza única
C-print; Impreso en 1980
25 x 20 cm
Copia de época. Pieza única
Acrílico sobre tela
51,3 x 39,5 cm
Capturas de pantalla de Facebook y lápiz sobre papel
98 x 68 cm
Capturas de pantalla de Facebook y lápiz sobre papel
98 x 68 cm
Gouache y cerámica esmaltada
60 x 40 x 5 cm
Copia única
Gouache y cerámica esmaltada
60 x 40 x 5 cm
Copia única
Gouache y cerámica esmaltada
60 x 40 x 5 cm
Copia única
Lápices de colores, grafito en polvo y goma laca sobre papel
100 x 80 cm
Grafito en polvo y lápiz blanco sobre papel
24 x 32 cm
Lápices de colores, grafito y acuarela sobre papel
32 x 48 cm
Cerámica esmaltada con lustre de oro
150 x 200 cm (medidas aproximadas)
Edición 1 de 3 + P.A
Grafito en polvo, agua y resina acrílica sobre papel
100 x 78 cm
Grafito en polvo, agua y resina acrílica sobre papel
100 x 78 cm
Dibujo, lápiz de carbón y pastel negro sobre papel
30 x 40 cm
Lápiz, pastel, dorado a la hoja y papel (collage) sobre papel
30 x 23 cm
Impresión giclee; Impreso en 2019
70 x 70 cm
Pieza única
Impresión giclée; Impreso en 2019
70 x 70 cm
Pieza única
Impresión giclée; Impreso en 2019
70 x 70 cm
Pieza única
Tinta sobre papel
21 x 29,7 cm
Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm
Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm
Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm
Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm
Collage sobre papel
81,5 x 51 cm
HACHE presenta Lo que queda, una exhibición de pinturas, fotografías, videos, cerámicas, collages y dibujos de trece artistas de la galería.
Lo que queda es el título que da nombre a la muestra y se configura a partir de la pregunta ineludible sobre el estado de las cosas y sobre la idea de proceso individual y colectivo en la vida contemporánea. ¿Cómo repercuten en lo colectivo los hábitos y jerarquías producidas en la microescala de la vida doméstica? ¿Cómo se tramita lo colectivo en el espacio íntimo?
Con obras de Gabriel Baggio (Buenos Aires, 1974), Florencia Böhtlingk (Buenos Aires, 1966), Diego Figueroa (Buenos Aires, 1975. Vive en Resistencia, Chaco), Foto Estudio Luisita (Luisa Escarria 1958 – 2019), Elena Loson (Rosario, 1980. Vive en Santiago de Chile), Leticia Obeid (Córdoba, 1975. Vive en Buenos Aires), Gilda Picabea (Buenos Aires, 1974), Sofía Quirno (Buenos Aires, 1978. Vive en New York), Catalina Schliebener (Santigo de Chile, 1980. Vive en New York), Martín Sichetti (Buenos Aires, 1973), Leila Tschopp (Buenos Aires, 1978), Dani Umpi (Tacuarembó, 1974. Vive entre Uruguay y Argentina) & Ivana Vollaro (Buenos Aires, 1971).
Ph. Ignacio Iasparra
Marcado con los dientes sobre papel y carbónico rojo
21 x 28 cm c/u
Dibujo digital software para tejido, impresión láser y acero
30 x 42 cm c/u.
10 piezas (bloques de 250 páginas)
Instalación. Estructura de hierro y espejo
200 x 150 x 300 cm
Edición de 2 + P.A.
Impresión giclée sobre papel de algodón
37 x 44 cm
Edición de 3 + P.A.
Impresión giclée sobre papel de algodón
40 x 30,5 cm
Edición de 3 + P.A.
Grafito en polvo y goma laca sobre mdf
183 x 260 cm
26 placas de grafito en polvo y resina
36,5 x 28 x 2 cm. c/u
Soga de algodón y bronce
Medidas variables
Edición de 3 + P.A.
Apoyadas en el piso, colgantes y sujetas a los muros. Casi todas de color plomo. Algunas más o menos distantes de sus referencias. Salvajes y leves. Firmes y endebles. Estas obras agitan la escritura, unas se valen de la palabra, otras de una materialidad asociada al registro impreso, e incluso hay algunas traducciones del sentido de los objetos.
Los trabajos de Elena Loson tienen la condición de doble agente. Piedras, bloques y páginas oscuras; sus piezas, todas de grafito, son un desdoblamiento del dibujo que se vuelve material de escritura y superficie de impresión al mismo tiempo. Todo lo que rozan lo tiñen de gris. De la fricción resultan las líneas rojas de Susana Gamarra, quien con la presión de sus dientes, recupera de un modo salvaje el acto primario de la escritura como huella, con una mínima distancia indicial. Y en la suma de intensidades, como una olla a presión, Verónica Meloni incrusta, escribe rajando la pared con tinta negra y hoz, inventa un grafismo exagerado para un tiempo urgente. La letra con cartel entra.
Del cartel al afiche, del afiche a la publicidad, las fotos e ilustraciones random de Gamarra agitan sus conexiones mentales, como un oráculo, sus ideas asoman a fuerza de repetición. En cambio, Lucas Di Pascuale lanza una sola sentencia precisa, y lo hace paradójicamente con un papel calado, un ejercicio manual austero. Así, nombra y proyecta una ética forjada con paciencia.
En la dirección del mínimo recurso, un poema circular sobre un recorrido sin fin, Ivana Vollaro escribe las superficies con ligero humor. Recurre a una figura redonda para abrir el poema hacia el dibujo y el muro. Sus señalamientos decoran los límites, parodian la exclusividad y la apariencia. Cuando divide, está uniendo los lados de un plano. Las sogas amarran, contienen, separan, se saltan y se trenzan. Como la luz del cartel de Meloni, que activa un ruido blanco, una presencia.
El sigilo de una escoba rozando el piso, los movimientos de las cosas vagas. Eugenia Calvo sujeta un espejo con firmeza metálica. Aunque los reflejos continúen su dirección, ella marca, define superficies y trayectos. Coreografías domésticas, fábulas musicales, sus gráficas diseñan un ritmo diario.
Lucas Di Pascuale insiste en acumular movimiento y tiempo, con una tenacidad parecida a la de color negro. El dibujo total. Y también su contraste. Trazos recursivos, papeles plagados de capas de birome. Y un mínimo grafismo que crece en la simpleza de una letra, quizás sea su valor conector lo que hace crecer el trazo. Como la ampliación de Vollaro, una síntesis generosa de sus marcas poéticas.
Un poema dice que “escribir se trata de reponer la distancia / entre lo que esperábamos y lo que hay. Cada obra repone aquí alguna lejanía. Arrojadas a lo propio, como piedras al sol.” (1)
(1) Eloísa Oliva, El año de los psicotrópicos. Ed. Neutrinos, 2017.
LUCAS DI PASCUALE
VERÓNICA MELONI
SUSANA GAMARRA
EUGENIA CALVO
ELENA LOSON
IVANA VOLLARO
Ph. Ignacio Iasparra
Still del film “Now, voyager”
37 x 50 cm
Edición 1 de 5 + P.A.
Fotografía digital
90 x 65 cm
Edición 3 de 5 + P.A
Fotografía digital
40 x 29 cm
Edición 1 de 5 + P.A.
Fotografía digital
40 x 29 cm
Edición 1 de 5 + P.A.
Fotografía digital
40 x 29 cm
Edición 1 de 5 + P.A.
Preguntándonos con Ivana cómo iba a ser esta exposición, ella terminó por mostrarme una cantidad de obras que tenía desperdigadas por ahí, ya resueltas o a medio hacer y, en uno o dos casos, simplemente abocetadas. (De todas, la mayoría inéditas, una que otra modificada o “asistida”, quizás alguna ya expuesta tal cual). Llegado cierto punto, pudimos reunir las imágenes de todas esas piezas sobre el piso de su escritorio y, volviendo a mirarlas una por una, concluimos que tenían en común un patrón invisible. Habíamos empezado por trabajar con la posverdad, noción que a Ivana le interesa desde hace un tiempo, pero al final entendimos que ceñirse a un tema trababa más de lo que permitía descubrir, y que lo mejor era cambiar de táctica. Fue en ese clima que apareció el patrón.
Ahí está por ejemplo el arbusto que se mueve sin que sepamos cómo, primer arbusto móvil conocido de la historia. Al ver el microvideo otra vez, nos pareció que más importante que el arbusto era lo que éste tapaba, y los efectos de ese ocultamiento. Después, las chapas con las advertencias “completo” y “hay lugar”. Más allá de que los mensajes se contradijeran, ¿no apuntaban a lo mismo, si se consideraba como realmente determinante el fondo neutro e igual en el que se inscribían? Uno y otro sugerían el plano, el lote, el territorio, la dimensión –real, imaginaria o ficticia– donde lo vacío y lo lleno se alternan, como en la marejada.
Y qué decir de la no respuesta al mensaje grabado que pide especificar el sexo de quien llama, y la consiguiente suspensión de la lógica del mensaje y del sistema en el que éste funciona, pero, sobre todo, la súbita referencia a un tercero indefinido y hasta entonces impensado. O de la serie de pinturas de distintos autores y fechas, casi indistinguibles entre sí, tomadas del mismo libro fotocopiado de Giulio Carlo Argan que a Ivana le sirvió de guía no en sus estudios universitarios de historia del arte –difícilmente hubiera podido–, sino en la maceración de un modo de ver y de imaginar que Argan no había contemplado. O de las emisiones de partidos de fútbol que sólo muestran a los hinchas en las tribunas, origen de una tendencia que hará que un futuro noventa por ciento de los espectadores de todo el mundo (felices desahuciados) imaginen lo que no puedan ver. O del verso de Gertrude Stein (“Sacred Emily”, 1913) que da título a la muestra, y que apareció escrito en la calle, pero trunco, tal vez porque el copista evitó así la autoridad policial. ¡Superior circunstancia! O del brazo del obrero que de pronto dio signos de rebelarse, rebelión inicial, comienzo de un cambio. (¿Qué rebelión, qué cambio, acaso se dirige a nosotrxs?).
Y de Copacabana, que de todos los carteles luminosos de su tipo, tan comunes hasta hace no mucho en la legendaria playa de Rio de Janeiro, es el único que lleva el nombre mágico, sintetizando y a la vez abstrayendo todas las historias, gestos y códigos del lugar. ¿Qué más vacío, entonces, o qué más lleno de posibles, que un imaginario? En contrapunto, el still de Now, Voyager (Irving Rapper, 1942), en el que vemos a los que ven, pero no lo que están viendo (y por eso nos atrapa, porque nos pone frente a un campo expandido incomparablemente mayor que la mayor panorámica de la playa carioca).
El vínculo entre todas estas piezas –al final quedó claro– era su poder de remisión. La capacidad de invocar una exterioridad, aunque sea hacia dentro de unx mismx. ¿Qué no-mundo o no-mundos son señalados en ese despliegue/repliegue, y dónde se encuentra, entre esos no-mundos, el/la que dirige hacia ellos nuestra atención? Lo más sutil, parece decir Ivana, son los modos, nunca iguales, en que la propia realidad nos convoca cada vez a comunicarnos con lo que todavía no existe, con otras formas de entender lo que todavía no está o nunca estará. Sutiles construcciones alternativas que la propia realidad produce, potencial de desplazamientos, espacios de lo irreal en lo real, y que la artista señala, casi únicamente señala. ¿Cómo salir de la imagen?, parece preguntar ella. ¿Qué tercero impredecible puede surgir en el infradelgado diferencial entre el secabotellas de Duchamp (que conocíamos) y la sombra del secabotellas de Duchamp (que gracias a Ivana vemos por primera vez)? La obra, si es que hay alguna, flota entre lo que vemos y lo que no vemos.
Santiago García Navarro
Ph. Ignacio Iasparra
13 novelas románticas dentro de caja acrílica, 13 fotografías sobre foam
Medidas Variables
Impresión giclée sobre papel de arroz
93 x 65 cm