Artista: lucas di pascuale
PEQUEÑAS SALIENTES
PEQUEÑAS SALIENTES
LUCAS DI PASCUALE
8 MAY. — 12 JUN. 2025
VISTA DE SALA
OBRAS
19 Retratos Pequeños. Serie Retratos, 2020
Lucas Di Pascuale
Óleo sobre papel de molde
18 x 12 cm
01 Retratos Pequeños. Serie Retratos, 2020
Lucas Di Pascuale
Óleo sobre papel de molde
18 x 12 cm
Lonicera caprifolium. Serie Blossfeldt, 2018
Lucas Di Pascuale
Foto directa digital impresa en papel Canson Platine Fibre Rag 310 grs
26 x 20,3 cm
P.A. + edición de 3
26 Retratos Pequeños. Serie Retratos, 2020
Lucas Di Pascuale
Óleo sobre papel de molde
18 x 12 cm
La revolución es un sueño eterno. Serie Querido margen Libros, 2018
Lucas Di Pascuale
Lápiz y birome sobre papel
50 x 37 cm
Quignard Montoya. Serie Retrato libros a pedido, 2013
Lucas Di Pascuale
Lápiz sobre papel
42 x 30 cm
Un resplandor sin nombre página 144. Serie Alfabeto marginal – Los Oscar del Barco, 2022
Lucas Di Pascuale
Impresión Giclée
42 x 30 cm
Edición 1 de 10 + P.A.
Un resplandor sin nombre página 179. Serie Alfabeto marginal – Los Oscar del Barco, 2022
Lucas Di Pascuale
Impresión Giclée
42 x 30 cm
Edición 1 de 10 + P.A.
TEXTO
Una mínima intervención
Lo que leemos es producto de una época pero es, asimismo, resultado de una sumatoria de elecciones
personales. Los libros que tenemos en nuestra mesa de luz, tan cercanos a la cama, o aquellos
que guardamos en los estantes de nuestras bibliotecas, los que llevamos en la mochila, los que nos
acompañan en nuestros viajes. Hay una anécdota de Borges al respecto: después de una de sus conferencias, un asistente se acerca para pedirle que le recomiende algunas lecturas, a lo que responde
que jamás podría hacerlo porque la bibliografía “es algo muy íntimo”. Recorrer esta exhibición
es como revisar el cajón de la mesa de luz de una casa prestada y encontrar, en un libro a medio
terminar, la pequeña saliente del señalador. Tras abrirlo en esa página, advertimos que la marginalia
escrita a mano alzada se apodera del sentido del texto impreso. Así, con cierta impunidad, el
espectador se adentra en el universo privado del artista a modo de voyeur para descubrir que, en el
fondo, en el corazón de lo más propio, no hay sino apropiación.
Esta tensión entre lo íntimo y lo externo, entre lo propio y lo impropio, no es inherente a la escritura
sino que la tragedia de todo ser hablante es la de expresarse en un lenguaje que no le pertenece.
Nuestra lengua materna es de un otro que nos antecede y nos excede. Aprender un idioma es también
aprender una forma de ver el mundo. Por ejemplo, el interés puesto en el horizonte, en esa
línea de tensión donde parece no haber nada arriba ni abajo, dialoga con el sistema occidental de
escritura, con su estructura chata de renglón. En el desprecio de los colonizadores por la llanura,
continuada por la mirada civilizatoria sarmientina, aburrida de tanta pampa, se impuso en nuestro
territorio una grafía sin interés estético. Quien escribe no necesita de ningún otro talento más que
el de la abstracción. El texto se aleja de la imagen como una ecuación matemática. Pienso esto en
contraste con la caligrafía china, cultura que supo enamorarse de su paisaje. En trazos con pincel y
tinta, un poema genera pinturas agitadas como la hierba en el viento.
El movimiento de Lucas Di Pascuale sobre el lienzo rescata elementos del paisaje autóctono para
fundar una grafía ideogramática. Su eco reverbera hacia otra dimensión completamente diferente
a la del original y se inscribe entre líneas. Desde los márgenes de los diferentes discursos, ahonda
en lo inconmensurable para envolver el libro subrayado entre pliegues y capas de sentido. Extrae
frases alrededor de las cuales dibuja formas derivadas tanto de la vegetación que lo rodea como de
fantasías, improvisando un nuevo alfabeto que vacila entre la materialidad y la inteligibilidad. Su
bosque idiomático no le hace sombra a la voz del otro sino que deja caer en toda su plenitud sobre
éste las hojas del lenguaje puro, apenas un balbuceo, resonancias de lalangue.
Con una mínima intervención, logra lo imposible: trasladar una obra fuera de su tiempo e interrogar
así las capacidades significantes del lenguaje. Igual que Pierre Menard cuando emprende
la tarea absurda de rescribir El Quijote, crea una obra infinitamente más rica y más compleja que
la original. Esto es evidente cuando copia con lápiz las fotografías de plantas del libro de Karl
Blossfeldt para luego volverlas a fotografiar, imprimirlas en papel de algodón y enmarcarlas a la
manera del fotógrafo, casi a modo de falsificación. Gracias a este gesto, el original como concepto
se desvanece o, mejor dicho, se multiplica en un número indefinido, y tal vez infinito, de lenguajes
pictóricos que se prolongan remitiéndose los unos a los otros. Cada obra es parte de una serie que
continúa y se expande. Es por eso que, en la selección de dibujos colgados en las paredes de la
sala, en su dudosa autoría, se intuye un gigantesco laberinto de textos que no tiene fin ni principio,
ni externo muro ni secreto centro.
ARTISTA
PREMIO BRAQUE 2025
PREMIO BRAQUE 2025
LUCAS DI PASCUALE
MIUNTREF
4 ABR. — 1 JUN. 2025
VISTA DE SALA
Gentileza MUNTREF. Ph. Nicolás Sanz
VIDEO (EXTRACTO)
OBRAS
Animales. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Árboles III. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Contenedores de líquido. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Estudiantes. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Libros y cuadernos. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Sombreados I. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Formas complejas volumétricas I. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Vasos y tazas. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Retratos plano corto. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
Cilíndricos II. Serie La isla de la juventud, 2025
Lucas Di Pascuale
Recorte y clasificación de dibujos marginales
32 x 24 cm
TEXTO
Lucas Di Pascuale, ganador del Premio Braque 2025
Artista, profesor y editor, desde hace más de dos décadas Lucas Di Pascuale desarrolla una producción artística donde el dibujo adquiere un rol central como disciplina y espacio colectivo de investigación, experimentación y pedagogía.
El dibujo proyecta la imaginación, puede ser el efecto de la observación más profunda como también de la expresión libre. Se practica en la mayor intimidad y, también, se enseña grupalmente.
Una de las líneas de trabajo del artista está abocada a lo que considera la “práctica marginal del dibujo”: imágenes en las que recupera anotaciones, grafismos y pequeños dibujos que realiza en los márgenes del papel, que lleva adelante en los márgenes de su propia obra, que recorta utilizando la tijera como si también fuera un lápiz o una birome. Estas imágenes pocas veces fueron exhibidas.
La obra desarrollada especialmente para el Premio Braque posee dos instancias que se complementan haciendo del dibujo un laboratorio del mundo sensible que nos rodea y trazando un ida y vuelta del proceso creativo del artista. Por un lado, se exhibe un agrupamiento de dibujos marginales donde el artista intenta clasificar y agrupar por familias (alargados, árboles, casas, circulares, conos y triángulos y tramas, entre cientos de posibilidades). Por otro lado, se proyecta un montaje de video donde las familias “aparecen en acción” en su producción de mayor circulación.
En esta edición del Premio Braque, Lucas Di Pascuale fue distinguido por un jurado internacional y obtuvo, además, la mención del público. Su proyecto, La isla de la juventud, le permitirá realizar una residencia de tres meses en la Cité internationale des arts en París.
Con más de sesenta años de historia, el Premio Braque es una colaboración entre la Embajada de Francia en Argentina, el Institut français d’Argentine y la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), a través del MUNTREF.
Se trata de un premio federal que celebra la diversidad de escenas del país, acompaña trayectorias consolidadas y promueve líneas de trabajo que cruzan arte, pedagogía, micropolítica, historia del arte y cultura visual. Su objetivo es seguir fortaleciendo vínculos institucionales entre países y sostener el arte como una fuerza poética transformadora.
ARTISTA
MICROCROMATISMO
MICROCROMATISMO
LUCAS DI PASCUALE
13 AGO. — 2 NOV. 2024
OBRAS
Diagrama 1. Serie Asterisca de “sentidos”, 2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y lápiz sobre papel
24 x 32 cm
Subrayados. Serie Asterisca de “sentidos”, 2020-2024
Lucas Di Pascuale
Libros y textos que contiene párrafos sobre “sentidos”
Sostenidos entre dos piedras
Medidas variables
Junco azul. Serie Pintura microscopio, 2024
Lucas Di Pascuale
Témpera sobre junco
125 x 0,7 x 0,5 cm
B amarillo 3. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
32,5 x 25 cm
B rosa 6. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
32,5 x 25 cm
A blanco 2. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
50 x 32,5 cm
B blanco 7. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
32,5 x 25 cm
A amarillo 1. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
50 x 32,5 cm
C amarillo 2. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
25 x 16,25 cm
C blanco 17. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
25 x 16,25 cm
C rosa 18. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
25 x 16,25 cm
D amarillo 2. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
16,25 x 12,5 cm
D blanco 10. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
16,25 x 12,5 cm
D rosa 1. Serie Herbarios, 2023-2024
Lucas Di Pascuale
Témpera y recorte sobre papeles con grafismos y anotaciones
16,25 x 12,5 cm
TEXTO
MICROCROMATISMO
Microcromatismo. Témpera en pequeñas pinceladas. Margen, recolección, miniatura, color y tiempo. Grafismos y anotaciones incorporan pigmentos para los cuales estaban destinados. Juncos que fueron cortina, ahora solitarios, son el soporte cilíndrico de infinitos matices de color. Fragmentos de libros donde se mencionan problemáticas de “sentido”, atraviesan y constituyen –entre piedras y líneas– su topología.
Herbario. Serie de álbumes que contienen una recolección de dibujos marginales, anotaciones y grafismos automáticos que han sido recortados –la tijera es aquí una herramienta de dibujo– e intervenidos con témpera. Hay un encuentro de tiempos distantes, un hacer del presente que le pregunta al hacer del pasado, para así poder discernir color y sitio por donde desplazar el pincel.
Pinturas microscopio. Serie de pinturas cilíndricas de pinceladas pequeñísimas e insistentes. La paleta –acotada a lo lejos– se expande a medida que nos acercamos a la pintura. Hay un querer mirar el mundo desde muy cerca. Pintura microscopio: cuando para distinguir sus matices, debemos acercar nuestros ojos al color hasta tocarlo con la nariz, justo en ese linde con lo difuso.
Topología de “sentidos”. Recolección de frases sobre “sentido”. Una búsqueda permanente como si todo trabajo artístico estuviera siempre en proceso. Producción artística como búsqueda de sentido. Podemos manipular libros y encontrar esas frases, cada una acompañada de una línea de color. Libros como en una biblioteca, uno al lado del otro, situados en el piso. La secuencia es piedra, libro, libro, libro, piedra. Son muchos los libros y dos las piedras, una proviene del río, la otra de la montaña.
ARTISTA
LOS COLORES DE LOS DÍAS
LOS COLORES DE LOS DÍAS
LUCAS DI PASCUALE
CURADURÍA EUGENIA GONZÁLEZ MUSSANO
EL GRAN VIDRIO
12 MAR. — 13 AGO. 2021
VISTA DE SALA
Gentileza El Gran Vidrio
OBRAS
09 Canción pequeña número 4. Serie Canciones pequeñas, 2020
Lucas Di Pascuale
Lápiz, óleo, marcador y birome sobre papel
18 x 12 cm
Hojas. Serie Estampas, 2020
Lucas Di Pascuale
Óleo, birome y témpera sobre papel
29.7 x 21 cm
11 Retratos Pequeños. Serie Retratos, 2020
Lucas Di Pascuale
Óleo sobre papel de molde
18 x 12 cm
25. Serie La tensión sin que, 2019
Lucas Di Pascuale
Marcador sobre papel de molde
24 x 35 cm
17. Serie La tensión sin que, 2019
Lucas Di Pascuale
Marcador sobre papel de molde
24 x 35 cm
09. Serie La tensión sin que, 2019
Lucas Di Pascuale
Marcador sobre papel de molde
24 x 35 cm
Marianne Brandt. Serie Los colores de los días, 2019
Lucas Di Pascuale
Marcador sobre papel
50 x 39 cm
Manchas amarillas. Serie Los colores de los días, 2020
Lucas Di Pascuale
Óleo sobre papel
19 x 13 cm
Circulos. Serie Los colores de los días, 2020
Lucas Di Pascuale
Marcador sobre papel
38 x 26 cm
TEXTO
CCC3
POR EUGENIA GONZÁLEZ MUSSANO
El tres es un número de eminente simplificación en el que el yo monómano y
el contraste dualista han sido superados para comenzar lo colectivo.
Oskar Schlemmer
Los colores de los días alza en sus hombros una convicción cargada de dudas sobre lo que el arte es capaz de transformar en cada individuo y su aporte para una sociedad diferente. Aquí lo singular y lo plural se mezclan, se amasan, se distancian. Desde los aspectos más intangibles hasta los más materialmente visibles construimos esta muestra a partir de la creencia de que el ser es un movimiento constante de contagios y variaciones. En definitiva es un acto (Jean-Luc Nancy, 1996). En este proceso nuestras propias singularidades se anuncian confusas una a otra mientras circulan entre el espectro de referencias a las que fuimos arribando mientras nos escribíamos cartas. Acompañar a Lucas Di Pascuale en la construcción de este espacio para que sus trabajos se vean, se disfruten, se toquen, nos seduzcan, y para que sucedan muchas otras cosas como encontrarnos a charlar, dibujar o leer una carta en voz alta que nunca será entregada, propone una muestra que es un llamado al acto de participar, al acto de ser con y entre otres. Comprometernos con la idea de que cada une de nosotres construye este espacio –y cualquier otro– en la medida en que nos animamos a ir un poco más allá: sacarnos los zapatos, entrar en una ronda de lectura que también es una pintura de Malévich–, acostarnos, hojear lo que Lucas dejó allí para nosotres, mirar hacia arriba, quedarnos en silencio, entrar al color. ¿Somos capaces de dejarnos comer por la fuerza gravitatoria de este agujero negro? ¿Estamos dispuestes a dejarnos atrapar por esta región finita del universo? Una exhibición es ante todo una pronunciación política. No es una trama solitaria sino que es una serie de sucesos que salen de ese singular-plural hacia un encuentro con lo extraño. Un virus, nos dice Preciado tomando a Deleuze, es eso extraño, es en definitiva lo extranjero. En medio de una pandemia mundial que nos mantiene a todes aislades con terror a ese virus extranjero, nos convoca en esta exhibición a preguntarnos cómo hacer comunidad. ¿Por qué seguir insistiendo en ir al encuentro con lo extraño? Este virus –nos dice Preciado– no es más que la afirmación de las políticas de implementación de las fronteras sobre los territorios nacionales y sus límites. Es decir, un síntoma de nuestro propio miedo xenófobo a lo desconocido. Y nos propone que sanarnos a nosotres como sociedad no significaría la imposición de la separación, sino inventar una nueva comunidad más allá de las políticas de identidad y las fronteras con las que hasta ahora hemos sido producides.
Para recorrer estas preguntas quisimos volver a algunes artistas, nos dejamos seducir por las primeras décadas del S.XX para rescatar de aquel entonces las maneras en que las teorías estéticas estaban ligadas a sus teorías políticas. Éstas entrelazaban la autonomía de la representación para crear una nueva sociedad anclada en la democratización del arte y la colectivización de la enseñanza artística. Invocamos aquí a Malévich, Schlemer y a todas las mujeres anónimas de la Bauhaus. Podemos pensar que la revolución no fue lo que esperábamos, pero decidimos tomar de esas formas lo que nos convenía, mientras íbamos construyendo este espacio a puño y letra. En este camino largo de intercambios donde nos dejamos hechizar por las ideas de la revolución e interpelarnos por nuestros contextos, los deseos de cambio iban macerando junto a la pandemia y la reclusión. Lo primero realmente llamativo para mí fue ver que nuestras letras se parecen al punto de que se podría confundir la de Lucas con la mía. Contraté a una grafóloga para que de alguna manera lo reafirmara y diera alguna hipótesis sobre nuestra confusa identidad. Sus letras se parecen y tienen una rusticidad sensual –afirmó ella–, una rusticidad sensual semejante a la de los inmigrantes que llegaron a América en los años 20. Para mí esa fue la clave, no solo estábamos hablando con nuestres antepasades artistas de las primeras décadas del siglo que habitaron en Rusia o Alemania, sino que estábamos dialogando con nuestres propies bisabueles inmigrantes que escaparon de aquellos lugares bajo el horror de las guerras. Quizás estamos aquí para inventar respuestas a esos dolores personales y colectivos. Sin duda el arte es una vía poderosa para curar y romper estructuras que ya no nos sirven, sobre todo en ese lugar en el que escapa a la captura de su especialización y conecta con la maravilla y con la experiencia de lo inexplorado. Repetir los saberes como verdades fijas desconociendo nuestras propias experiencias conforma sociedades alienadas atadas a un pasado de respuestas que ya no nos pertenecen.
Es crucial encontrar formas de pensar, más allá de las palabras, que nos sirvan para relacionarnos con el mundo de manera distinta. Con Lucas llegamos a un acuerdo: no nos interesan las ideas fijas, sino la libertad de visión, sensación y pensamiento que produce la continua curiosidad con las cosas y que invita, a quien quiera entrar a la sala, a enfrentarse directamente con la riqueza de esta pequeña porción del mundo. Nuestra revolución es sutil, nos sumergimos en el levantamiento del polvo, en la calima que solo se nos hace visible cuando un rayo de luz la atraviesa. Esto conlleva asumir el fracaso de las certezas unificantes y la posibilidad de vivir entre la multiplicidad de temporalidades. En todo este proceso nos dimos el tiempo de desorientarnos, de no cerrar, de no imponer; en todo este proceso nos dimos la oportunidad de que lo ya instituido no nos determine; nos dimos la posibilidad de afectarnos mientras trabajábamos, de llorar con una carta. Queremos restituir al arte su uso común, la creación viva opuesta al resultado aurático. Queremos sumarnos como artistas al levantamiento de los huracanes, a las erupciones volcánicas, a las olas en sus días más fuertes, pero también escuchar al esternón cuando respiramos y abrir el pecho para que lo extraño nos acaricie.
ARTISTA
QUERIDO MARGEN
QUERIDO MARGEN
LUCAS DI PASCUALE
1 oct. — 9 nov. 2019
VISTA DE SALA
Ph. Ignacio Iasparra
OBRAS
Rojo. Serie Querido margen Rojo, 2019
Lucas Di Pascuale
Óleo, lápiz y birome sobre papel
150 x 100 cm
Verde. Serie Querido margen Verde, 2019
Lucas Di Pascuale
Óleo, lápiz y birome sobre papel
150 x 100 cm
Negro. Serie Querido margen Negro, 2018
Lucas Di Pascuale
Tinta, lápiz y birome sobre papel
150 x 100 cm
No matar. Serie Querido margen Libros, 2019
Lucas Di Pascuale
Tinta, lápiz y birome sobre papel
150 x 100 cm
Los pichiciegos. Serie Querido margen Libros, 2019
Lucas Di Pascuale
Lápiz y birome sobre papel
100 x 74 cm
El nervio óptico. Serie Querido margen Libros, 2018
Lucas Di Pascuale
Lápiz y birome sobre papel
50 x 37 cm
El placer del texto. Serie Querido margen Libros, 2018
Lucas Di Pascuale
Lápiz y birome sobre papel
50 x 37 cm
La música, Es todo. Serie Querido margen Libros, 2018
Lucas Di Pascuale
Lápiz y birome sobre papel
50 x 37 cm
La revolución es un sueño eterno. Serie Querido margen Libros, 2018
Lucas Di Pascuale
Lápiz y birome sobre papel
50 x 37 cm
Escritura II. Serie Querido margen Marrón, 2019
Lucas Di Pascuale
Óleo sobre papel
37,5 x 25 cm
Uno dos, dos dos. Serie Querido margen Marrón, 2019
Lucas Di Pascuale
Óleo y marcador sobre papel
37,5 x 21 cm
Nota. Serie Querido margen Negro, 2018
Lucas Di Pascuale
Lápiz y birome sobre papel
15 x 10 cm
TEXTO
Querido margen
Dibujos, grafismos y mensajes. El texto dibujado, el texto desbordado.
Doy vueltas al cómo decir, con la intención de acompañar. De acompañar al amigo en su aventura, al artista en su riesgo, al autor en su viaje al mundo de atrás de las cortinas y más allá del espejo, también.
El dibujo es aquí una práctica repleta de impulsos y secuencias, secretos y ademanes, todos con su urgencia por manifestarse.
Se abrió una puerta y aparece un dibujo que no puede despegarse ya del gesto y del acto de dibujar. Ahora, volcados hacia la enunciación exigente de pensamientos y emociones, reacios a cualquier demora.
Hay mucha pasión en juego, y florece con impudor el deseo de mostrar y mostrarse en la emergencia primera, con toda la confusión que lo acompaña.
Vislumbramos recuerdos e intuiciones, que se suman, contradicen, acoplan y se expanden inacabadamente en estas instancias de un discurso que se arropa en su enorme vitalidad.
¿Pulso de la precariedad de los sentimientos?
Dibujos que parodian ilustraciones, dibujos que rastrean formas y texturas.
Dibujos que arriesgan gestos que exploran sus posibilidades, dibujos que hacen nido y se suman a la espesura.
Dibujos que recuerdan y apelan a textos leídos y releídos, autores amados, lecturas recurrentes o inolvidables. Autores trágicos o alegres, que siempre conmocionan.
Pero aquí, en el recorte de sus palabras, aparecen jirones de frases y pensamientos, que fueron convertidos por la alquimia del dibujo en otro modo de vocear imágenes.
Una convivencia indespegable, textos que se evidencian como figuras, imágenes que atesoran esos textos en un mismo collar de sentidos herméticos, en el común viaje hacia profundidades que se vuelven superficie. Que nos reenvian hacia relatos hechos música, hacia universos poblados como megalópolis de fantasmas y ensoñaciones, de vigilias y adormecimientos.
Relax y descanso de tantos conocimientos adquiridos. Memoria que deja fluir una conciencia que evalúa su insensatez, y se humaniza.
Todo esto tiene algo de la visión desde la ventanilla del tren, de un tren de alta velocidad. Todo lo que está allí es real, pero se escurre, se escapa, se sucede como se suceden los actos de comprensión, que, cuando cierran en claridad, ya el objeto se ha corrido de lugar.
El desconcierto da lugar a la angustia, pero también a la curiosidad.
Se diría que el autor afronta la angustia, pero no deja de cautivarse por la curiosidad. El mundo se le escapa, pero las imágenes y las palabras se aferran al dibujo.
Todo texto es tejido innumerable, tejido inacabado, tiempo reconstituido, tiempo insondable pero presente. No hay principio ni fin, cada imagen es también un recomienzo, un principio ordenador y pasajero. También, un vértice en ningún lugar.
Es la pasión por el hacer, el idilio con el testimonio, el afán por estar y permanecer. El placer de vislumbrar una identidad en medio del torbellino. El lugar del vigía, del autor del código, del que aguarda el saber.
Los colores: aquí el dibujo se ancla en la pintura, se borran entonces frecuentes distinciones; pero, claro está, lo que se dibuja en color, lo que llena la superficie de color va logrando que la temperatura de las imágenes aumente, que el vértigo se acelere, porque el dibujo deja de ser ya aquel corte incisivo de la punta del lápiz que indagaba en la mímesis.
Cuando Lucas despliega sus delicados papeles de molde, literalmente los despliega, pues vienen con frecuencia plegados, tal vez en dos o varios pliegues. Abre una caja impredecible, rompe algún sello mágico y aflora el universo multicolor de los infinitos episodios atesorados entre esos sutiles pliegues, derramados en los momentos de soledad y pulsión narrativa.
Da temor hablar de la magia del dibujo, entonces prometemos no decirlo y guardamos silencio, sabiendo bien que tal cosa sin lugar a dudas existe.
Y aquí se hizo presente.
Tulio de Sagastizábal, agosto de 2019.
ARTISTA
Copiado y prestado
COPIADO Y PRESTADO
exhibición colectiva
10 may. — 2 AGO. 2024
obras
Rectángulo negro sobre blanco (exhumación), 2021
Gilda Picabea
Óleo sobre tela.
90,2 x 90,2 cm
Dorian Gray. Autorretrato. Serie Personæ, 2022
Martín Sichetti
Lápiz y pastel sobre papel
100 x 60 cm
Huevo objetivo, 2023
Sofía Quirno
Plástico, madera, pasta de papel y marcador
30 x 10 x 10 cm
Amarillo. Serie Bolsas de ficción, 2023
Lucía Reissig
Bolsa de malla, hilo plástico, marco de hierro, Impresión Giclée, resina epoxy, espuma de poliuretano,
semilla de ciruela, piel de cebolla
67 x 50 cm
Bandera, 2016-2021
Diego Figueroa
Palo de madera, tapa y tacho de pintura de 20 litros, y látex sobre fragmento de chapa de fibrocemento
130 x 40 x 8 cm
Aída Carballo, libro de estampas, p.34. Serie Trabajos prácticos, 2020
Leticia Obeid
Tinta sobre papel
29,7 x 21 cm
Sin título. Serie Piedras, 2023
Elena Loson
Tinta grafito y azul de Prusia, grafito en polvo y goma laca sobre papel
106 x 78 cm
Growing Sideways, 2016 – 2017
Catalina Schliebener.
Objeto encontrado y acrílico
25 x 25 x 25 cm
TEXTO
Copiado y prestado en Hache galería presenta una selección de obras de 14 artistas que reflexionan críticamente sobre las dinámicas de copia, apropiación y citas en el arte contemporáneo. Esta exposición no solo exhibe la relevancia de estas prácticas en las artes visuales, sino que también las sitúa dentro de un marco más amplio de prácticas culturales y teóricas que cuestionan las nociones tradicionales de creación y autoría intelectual.
En la era de la información y la tecnología, donde la reproducción y la distribución de imágenes y textos son instantáneas y omnipresentes, la copia se transforma de un acto mecánico a una estrategia crítica que desafía las convenciones de autenticidad y originalidad. Lxs artistas en esta exhibición no solo replican o reutilizan elementos visuales, sino que los descontextualizan y recodifican, creando obras que son tanto reflexiones sobre la cultura contemporánea como nuevas creaciones en sí mismas.
La apropiación, por su parte, se convierte en un diálogo intertextual que atraviesa géneros y disciplinas, revelando la permeabilidad de las fronteras culturales y la interdependencia de las formas artísticas.
Al reconfigurar imágenes, textos y conceptos conocidos, las obras presentadas aquí invitan a lxs espectadorxs a reconsiderar qué significa ‘poseer’ una imagen o una idea, y cómo estas posesiones se negocian en el espacio público y cultural.
Finalmente, las citas artísticas en las obras seleccionadas funcionan como puentes entre diversas épocas y estéticas, facilitando un diálogo continuo entre el pasado y el presente. Esta práctica no solo enriquece la textura y la complejidad de las obras, sino que también subraya la continuidad y la evolución de las ideas artísticas a través del tiempo.
Copiado y prestado es una invitación a explorar cómo la copia, la apropiación y las citas constituyen herramientas esenciales para interrogar y comprender las prácticas artísticas contemporáneas. La exposición desafía a lxs visitantes a considerar estas operaciones como métodos críticos que reflejan y moldean la cultura visual en la que estamos inmersxs.
Artistas participantes:
Gabriel Baggio, Florencia Böhtlingk, Lucas Di Pascuale, Diego Figueroa, Elena Loson, Leticia Obeid, Gilda Picabea, Sofía Quirno, Lucía Reissig, Catalina Schliebener, Martín Sichetti, Leila Tschopp, Dani Umpi, Ivana Vollaro.
Durante la exposición, podrá accederse al acervo de obras de Santiago García Sáenz y al archivo de Foto Estudio Luisita.