LO QUE QUEDA

LO QUE QUEDA

Exhibición colectiva

23 nov. 2020 — 30 abr. 2021

VISTA DE SALA

obras

Las obras expuestas están en venta, 2007

Ivana Vollaro

Tinta sobre cartón
30 x 60 cm

Menú, 2014-2020

Ivana Vollaro

Esmalte sintético sobre chapa y madera
100 x 65 cm

Everything must go, 2011

Ivana Vollaro

Audio. 1’51”
Edición 1 de 5 + P.A

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Ivana Vollaro. Everything must go, 2011. Audio. 1’51” Edición 1 de 5 + P.A

Chacra de Elvira, 2013

Florencia Böhtlingk

Óleo sobre tela
160 x 200 cm

Las herramientas de Moisés, 2018

Gabriel Baggio

Cerámica esmaltada con lustre de oro
150 x 200 cm (medidas aproximadas)
Edición 1 de 3 + P.A

Sin título. Serie Naufragio , 2020

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
49,5 x 38 cm

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Sin título. Serie Naufragio, 2020

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
40 x 40 cm

Sin título. Serie Interiores, 2020

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
40 x 48 cm

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Sin título III. Serie relieves, 2019

Elena Loson

Grafito en polvo, agua y resina acrílica sobre papel
100 x 78 cm

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Sin título II. Serie relieves, 2019

Elena Loson

Grafito en polvo, agua y resina acrílica sobre papel
100 x 78 cm

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A to G. Serie Queer Noir, 2012

Martín Sichetti

Dibujo, lápiz de carbón y pastel negro sobre papel
30 x 40 cm

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Bruno. Serie Fatale, 2020

Martín Sichetti

Lápiz y pastel sobre papel
23 x 30 cm

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Lick. Serie Fatale, 2020

Martín Sichetti

Lápiz y pastel sobre papel
45,5 x 30 cm

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ÉL (NEGADOR), 2020

Martín Sichetti

Collage
50 x 25 cm

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Record, 2020

Martín Sichetti

Lápiz, pastel, dorado a la hoja y papel (collage) sobre papel
30 x 23 cm

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Secreto, 2019

Martín Sichetti

Video. 14”
Edición 2 de 3 + 2 P.A

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Máscara, 2018

Martín Sichetti

Video. 29”
Edición 1 de 3 + 2 P.A

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Cena Para Amante, 1972

Foto Estudio Luisita

Impresión giclee; Impreso en 2019
70 x 70 cm
Pieza única

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Hermanas Rojo. Maipo Super Star, 1973

Foto Estudio Luisita

Impresión giclée; Impreso en 2019
70 x 70 cm
Pieza única

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Maipo Super Star, 1973

Foto Estudio Luisita

Impresión giclée; Impreso en 2019
70 x 70 cm
Pieza única

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Ojo. Serie Traducciones, 2005

Leticia Obeid

Tinta sobre papel
29,7 x 21 cm

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Leti2. Serie Traducciones, 2005

Leticia Obeid

Tinta sobre papel
29,7 x 21 cm

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Trenza. Serie Traducciones, 2005

Leticia Obeid

Tinta sobre papel
29,7 x 21 cm

Notas sobre B, 2007

Leticia Obeid

Tinta sobre papel
29,7 x 21 cm

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Entusiasmando a la copista. Serie Letra de B, 2011

Leticia Obeid

Tinta sobre papel
21 x 29,7 cm

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Notas, 2010

Leticia Obeid

Video. 12’ 08”
Edición 2 de 5 + P.A.

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Fungus. Serie Fungus, 2014

Catalina Schliebener

Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm

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Fungus. Serie Fungus, 2014

Catalina Schliebener

Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm

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Fungus. Serie Fungus, 2014

Catalina Schliebener

Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm

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Fungus. Serie Fungus, 2014

Catalina Schliebener

Collage, grafito, tinta y serigrafía sobre papel
47,5 x 36 cm

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Still life , 2016

Sofia Quirno

Óleo y acrílico sobre tela
167 x 111 cm

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Montañés, 2017

Sofia Quirno

Tinta china, acrílico y lápiz graso sobre papel
160 x 100 cm

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Duo, 2018

Gilda Picabea

Óleo sobre tela
65 x 150 cm

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Torsion en rojo, 2020

Gilda Picabea

Óleo sobre tela
65 x 100 cm

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Sin título (melancolía), 2016

Diego Figueroa

Acrílico sobre papel
50 x 38 cm

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Imborrable, 2020

Diego Figueroa

Acrílico sobre papel
25 x 35 cm

Magia y plomo, 2020

Diego Figueroa

Acrílico sobre papel
25 x 35 cm

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Familia, 2020

Diego Figueroa

Acrílico sobre papel
25 x 35 cm

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El secreto del fuego, 2020

Diego Figueroa

Acrílico sobre papel
25 x 35 cm

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El cazador cazado, 2020

Diego Figueroa

Acrílico sobre papel
25 x 35 cm

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El amor, 2020

Diego Figueroa

Acrílico sobre papel
25 x 35 cm

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33. Serie Poemas para duendes en vertical, 2018

Dani Umpi

Collage sobre papel
46 x 32 cm

39. Serie Poemas para duendes en vertical, 2018

Dani Umpi

Collage sobre papel
46 x 32 cm

19. Serie Poemas para duendes en vertical, 2018

Dani Umpi

Collage sobre papel
46 x 32 cm

02. Serie Grandes poemas para duendes en vertical, 2019

Dani Umpi

Collage sobre papel
81,5 x 51 cm

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TEXTO

LO QUE QUEDA

HACHE presenta Lo que queda, una exhibición de pinturas, fotografías, videos, cerámicas, collages y dibujos de trece artistas de la galería.

Lo que queda es el título que da nombre a la muestra y se configura a partir de la pregunta ineludible sobre el estado de las cosas y sobre la idea de proceso individual y colectivo en la vida contemporánea. ¿Cómo repercuten en lo colectivo los hábitos y jerarquías producidas en la microescala de la vida doméstica? ¿Cómo se tramita lo colectivo en el espacio íntimo?

Con obras de Gabriel Baggio (Buenos Aires, 1974), Florencia Böhtlingk (Buenos Aires, 1966), Diego Figueroa (Buenos Aires, 1975. Vive en Resistencia, Chaco), Foto Estudio Luisita (Luisa Escarria 1958 – 2019), Elena Loson (Rosario, 1980. Vive en Santiago de Chile), Leticia Obeid (Córdoba, 1975. Vive en Buenos Aires), Gilda Picabea (Buenos Aires, 1974), Sofía Quirno (Buenos Aires, 1978. Vive en New York), Catalina Schliebener (Santigo de Chile, 1980. Vive en New York), Martín Sichetti (Buenos Aires, 1973), Leila Tschopp (Buenos Aires, 1978), Dani Umpi (Tacuarembó, 1974. Vive entre Uruguay y Argentina) & Ivana Vollaro (Buenos Aires, 1971).

ARTISTAS

La vida errante

LA VIDA ERRANTE

leila tschopp
TEXTO NICOLÁS CUELLO

19 NOV. — 28 feb. 2025

VISTA DE SALA

Ph. Ignacio Iasparra

obras

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico y arena sobre tela
23 x 32 cm

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Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico y arena sobre tela
23 x 31 cm

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico y arena sobre tela
24 x 28 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
20 x 30 x 7 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
24 x 32 x 2 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
30 x 19 x 2 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
28 x 20 x 3 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
28 x 18 x 2 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
21 x 13 x 2 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
24 x 15 x 2 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
23 x 15 x 2 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
38 x 30 x 2 cm

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Sin título, 2024

Leila Tschopp

Barro cocido
6 x 20 x 2 cm

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Sin título, 2022-2024

Leila Tschopp

Acrílico y silicio sobre pvc espumado y estructura de madera
30 x 38 x 16 cm

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Sin título (Desiertos), 2023

Leila Tschopp

Acrílico y silicio sobre tela
20 x 30 cm

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Sin título. Serie La casa de fuego/La casa en llamas, 2021

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
39,5 x 51,5 cm

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Sin título. Serie La casa de fuego/La casa en llamas, 2021

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
39,5 x 49,9 cm

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Sin título. Serie La casa de fuego/La casa en llamas, 2021

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
42,8 x 55 cm.

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Sin título. Serie La casa de fuego/La casa en llamas, 2021

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
29,5 x 39,5 cm

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Sin título. Serie Naufragio, 2020

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
40 x 40 cm

Sin título. Serie Interiores, 2020

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
40 x 48 cm

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Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

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Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

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Sin título. Serie Prisiones, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
30 x 20 cm

Sin título. Serie Prisiones, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
30 x 20 cm

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Sin título. Serie Naufragio, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 30 cm

Sin título. Serie Naufragio, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
30 x 20 cm

Sin título. Serie Naufragio, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 30 cm

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Sin título. Serie Naufragio, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 30 cm

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Sin título. Serie Naufragio, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
30 x 20 cm

Sin título. Serie Naufragio, 2018

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
40 x 30 cm

Sin título (Espectros), 2018

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
20 x 20 cm

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Otelo con luz, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
25 x 20 cm

Escaleras con luz, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
25 x 20 cm

Cruz negra. Serie La persistencia, 2015

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
25 x 17,5 cm

Cruz negra. Serie La persistencia, 2015

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
25 x 17,5 cm

Marcha II, 2015

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
15 x 23,6 cm

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Marcha I, 2015

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
15 x 24 cm

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OBRAS EN TRASTIENDA

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico y arena sobre tela
20,5 x 28 cm

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Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico y arena sobre tela
20,5 x 28 cm

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Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico y arena sobre tela
21 x 27 cm

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Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico, arena y barro cocido sobre tela
20 x 28 cm

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Sin título (Desiertos), 2023

Leila Tschopp

Acrílico y silicio sobre tela
25 x 32 cm

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Sin título (Desiertos), 2023

Leila Tschopp

Acrílico y silicio sobre tela
27 x 21 cm

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Sin título (Desiertos), 2023

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
23 x 30 cm

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Sin título. Serie Naufragio, 2020

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
40 x 40 cm

Sin título. Serie La casa de fuego/La casa en llamas, 2021

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
29,5 x 39,5 cm

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Sin título. Serie O la traición, 2008

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
46 x 81 cm

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Sin título. Serie Balthus, 2003

Leila Tschopp

Óleo sobre tela
30 x 40 cm

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TEXTO

Errancia, pequeño archivo de atmósferas anímicas 

Por Nicolás Cuello

La pregunta por lo pequeño en la obra de Leila Tschopp (Buenos Aires, 1978) no había sido abordada de manera contundente hasta este preciso momento. Es que, ya acostumbrados a su sostenida investigación sobre la espacialidad del poder, en la que presenciamos complejas instalaciones donde se articulan relaciones incómodas entre la corporalidad, sus movimientos y el lenguaje plástico, no habíamos contado con la oportunidad de conocer que gran parte de su obra como artista está, paradójicamente, estructurada alrededor, sobre y a partir de las posibilidades que brinda la pintura cuando se pronuncia en la humildad diminuta de sus formas. 

Lejos de concebir este formato como una aparición meramente preliminar de aquellos problemas centrales en su práctica, La vida errante, su tercera exhibición individual en HACHE, nos permite acceder a un diagrama que conecta históricamente todas aquellas piezas donde lo pequeño se autonomiza, reconociendo la singularidad latente de su diferencia en el conjunto de su trayectoria. Una singularidad que se manifiesta en una extensa serie de piezas que incluyen la fragilidad de la pintura sobre papel, el modelado imperfecto del barro, la expresividad texturada del pigmento, junto a pinceladas porosas que abandonan momentáneamente el principio de control que explora en su reconocida planimetría. En ellas, el tamaño reducido de las superficies deja de ser interpretado como signo de inmadurez, para ser restituido como la expresión legítima de un cuerpo, una forma posible de existencia para la pintura que manifiesta, además, la originalidad de una imagen sin programa y la irregularidad de las formas una vez que son recibidas desorganizadamente por fuera de su condición de proyecto. 

La continuidad que trazan estas pinturas y objetos entre sí en la extensión de su propia historia, señalan la importancia trascendental que tienen tanto la experimentación intuitiva y la emergencia de lo vulnerable, como la velocidad de la asociación y el comportamiento autónomo de los colores. Una serie de condiciones insospechadas en su trabajo como artista, desde los cuales Tschopp, vuelve posible una escucha atenta, una forma de manifestación mágica y el paciente reconocimiento de su principal disquisición poética: la producción de atmósferas anímicas. Un horizonte de trabajo e incidencia material sobre el cuerpo que, una vez revelado en la intimidad que comparte con las superficies estas piezas fuera de serie, ella misma decide expandir estratégicamente para intensificar su sentido de totalidad. 

Es importante notar que esta constelación de pequeños gestos que componen la exhibición, al igual que sus proyectos de gran escala, nos ofrecen escenas donde el espectador es obstinadamente interpelado por la siempre conflictiva relación entre el cuerpo y las superficies, entre la materia y el entorno, como también, entre los espacios de convivencia y encierro. Un conjunto de relaciones que, a pesar de exhibirse bajo la gestualidad de una nueva apariencia, es decir, desde la legible humanidad de una serie de marcas que supuestamente comprueban una presencia antes negada de la artista, sostiene de igual manera su interes estructural por la promoción de interrogantes incómodos, sentimientos ásperos y formas de afectación invasivas que hacen de la ausencia, la sustracción y la asfixia, algunas de sus principales operaciones poéticas. 

A su vez, si bien La vida errante afirma la presencia continua de este deseo de la artista por explorar las tensiones entre el cuerpo y la expresión material de los espacios que lo significan, como exhibición, construye un más allá, transforma la materia del tiempo en una arquitectura en la que puede ser posible investigar las economías de orientación y desorientación, tanto como las dinamicas de presencia y ausencia. Asi es cómo, las diferencias epocales, la multiplicidad técnica y las secuencias temáticas que atraviesan este relato discontinuo de su producción, abandonan la linealidad de la transparencia como ùnico mecanismo de lectura en torno a su sensibilidad, para, en su lugar, crear a partir de los huecos, de las repeticiones, como de la discontinuidad y el extrañamiento, un archivo complejo de los estados de ánimo que han atravesado su trabajo como artista,

Un archivo cuya particularidad es hacer de la errancia no un objeto amenazante, sino una lógica sensible que manifiesta a través de la valorización de lo pequeño una historia alternativa de sus procesos, una crónica enmudecida de su propia vulnerabilidad, donde la pintura hace un lado el deseo de control, y se permite correr el riesgo de su propia potencia. Un archivo personal que abraza la expresión aparente del desorden, para revelar en su organización sentimental, una estructura paralela, un modo sensible de tocar la propia historia que propone categorías silenciosas desde las cuales Leila Tschopp crea caminos invisibles que relacionan lineas, formas geométricas, colores y modos de espectrales de lo corpóreo, que narran irregularmente, la complejidad de sensaciones desde las que busca conmover la piel del mundo, esa interminable superficie donde se conecta, se separa y se siente todo lo vivo. 

artistas

Copiado y prestado

COPIADO Y PRESTADO

exhibición colectiva

10 may. — 2 AGO. 2024

obras

Emin. Serie Colección Rijksakademie, 2008

Lucas Di Pascuale

Tinta sobre papel
32 x 25 cm

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Rectángulo negro sobre blanco (exhumación), 2021

Gilda Picabea

Óleo sobre tela.
90,2 x 90,2 cm

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Dorian Gray. Autorretrato. Serie Personæ, 2022

Martín Sichetti

Lápiz y pastel sobre papel
100 x 60 cm

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Huevo objetivo, 2023

Sofía Quirno

Plástico, madera, pasta de papel y marcador
30 x 10 x 10 cm

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Amarillo. Serie Bolsas de ficción, 2023

Lucía Reissig

Bolsa de malla, hilo plástico, marco de hierro, Impresión Giclée, resina epoxy, espuma de poliuretano,
semilla de ciruela, piel de cebolla
67 x 50 cm

Una rosa, es una, 2010

Ivana Vollaro

Fotografía digital
28 x 49 cm

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Cazador guaraní. Serie Misiones, 2023

Florencia Böhtlingk

Óleo sobre tela
94 x 120 cm

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Bandera, 2016-2021

Diego Figueroa

Palo de madera, tapa y tacho de pintura de 20 litros, y látex sobre fragmento de chapa de fibrocemento
130 x 40 x 8 cm

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Aída Carballo, libro de estampas, p.34. Serie Trabajos prácticos, 2020

Leticia Obeid

Tinta sobre papel
29,7 x 21 cm

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Sin título. Serie La ilusión, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
35 x 50 cm

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La maza de Tony, 2015

Gabriel Baggio

Cerámica esmaltada con lustre de oro
20 x 10 cm

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Sin título, 2010

Dani Umpi

Lápiz sobre tela
60 x 50 cm

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Sin título. Serie Piedras, 2023

Elena Loson

Tinta grafito y azul de Prusia, grafito en polvo y goma laca sobre papel
106 x 78 cm

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Growing Sideways, 2016 – 2017

Catalina Schliebener.

Objeto encontrado y acrílico
25 x 25 x 25 cm

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TEXTO

Copiado y prestado en Hache galería presenta una selección de obras de 14 artistas que reflexionan críticamente sobre las dinámicas de copia, apropiación y citas en el arte contemporáneo. Esta exposición no solo exhibe la relevancia de estas prácticas en las artes visuales, sino que también las sitúa dentro de un marco más amplio de prácticas culturales y teóricas que cuestionan las nociones tradicionales de creación y autoría intelectual.

En la era de la información y la tecnología, donde la reproducción y la distribución de imágenes y textos son instantáneas y omnipresentes, la copia se transforma de un acto mecánico a una estrategia crítica que desafía las convenciones de autenticidad y originalidad. Lxs artistas en esta exhibición no solo replican o reutilizan elementos visuales, sino que los descontextualizan y recodifican, creando obras que son tanto reflexiones sobre la cultura contemporánea como nuevas creaciones en sí mismas.

La apropiación, por su parte, se convierte en un diálogo intertextual que atraviesa géneros y disciplinas, revelando la permeabilidad de las fronteras culturales y la interdependencia de las formas artísticas.

Al reconfigurar imágenes, textos y conceptos conocidos, las obras presentadas aquí invitan a lxs espectadorxs a reconsiderar qué significa ‘poseer’ una imagen o una idea, y cómo estas posesiones se negocian en el espacio público y cultural.

Finalmente, las citas artísticas en las obras seleccionadas funcionan como puentes entre diversas épocas y estéticas, facilitando un diálogo continuo entre el pasado y el presente. Esta práctica no solo enriquece la textura y la complejidad de las obras, sino que también subraya la continuidad y la evolución de las ideas artísticas a través del tiempo.

Copiado y prestado es una invitación a explorar cómo la copia, la apropiación y las citas constituyen herramientas esenciales para interrogar y comprender las prácticas artísticas contemporáneas. La exposición desafía a lxs visitantes a considerar estas operaciones como métodos críticos que reflejan y moldean la cultura visual en la que estamos inmersxs.

Artistas participantes:

Gabriel Baggio, Florencia Böhtlingk, Lucas Di Pascuale, Diego Figueroa, Elena Loson, Leticia Obeid, Gilda Picabea, Sofía Quirno, Lucía Reissig, Catalina Schliebener, Martín Sichetti, Leila Tschopp, Dani Umpi, Ivana Vollaro.

Durante la exposición, podrá accederse al acervo de obras de Santiago García Sáenz y al archivo de Foto Estudio Luisita.

artistas

Pintura inhumana

pintura inhumana

leila tschopp
Curaduría mariana obersztern

26 mar. — 23 jun. 2024

VISTA DE SALA

Ph. Jorge Miño. Cortesía ArtHaus

obras

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico sobre MDF y silicio
183 x 230 cm

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico sobre MDF y silicio
183 x 230 cm

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico sobre MDF y silicio
183 x 230 cm

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico sobre MDF y silicio
183 x 230 cm

Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico sobre MDF y silicio
130 x 183 cm

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Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico sobre MDF y silicio
130 x 183 cm

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Sin título. Serie Pintura inhumana, 2024

Leila Tschopp

Acrílico sobre MDF y silicio
230 x 183 cm

TEXTO

Centrípeta, centrífuga e inhumana 

Es 23 de Junio de 2016. En una casona del barrio de Palermo pueden visitarse obras de distintos artistas, algunas de ellas dispuestas en sitios inesperados. Este es el caso de un mural de gran tamaño de Leila Tschopp emplazado a uno de los lados de un dormitorio. La pintura replica parte del material circundante -columnas, mosaicos, molduras. El dormitorio parece entonces desdoblarse hacia uno de los costados como un gigantesco espejismo. 

Unos años después, Leila presenta AMA en Galería Hache. La muestra, compuesta por un extenso mural y una habitación dedicada a maniobras performáticas, es impactante. Allí, continúa con su búsqueda en torno a las aristas del espacio, sus vacíos y sus llenos. Estas indagaciones arquitectónicas, en las que sin embargo prescinde de elementos físicos tales como cemento, vigas, tuercas y revestimientos, no nos impide afirmar que se trata de una suerte de tratado sensible acerca de las tridimensionalidad de la materia. 

La casa de fuego. La casa en llamas es una obra de 2021 en la que las durmientes reales se hacen presentes. La sala, tomada por sendas imágenes de colores saturados pintadas en las paredes, conviven con una porción de obra que se materializa en hierros verdaderos. Aquellos elementos, tantas veces aludidos, metaforizados y sublimados en las pinturas, participan ahora de la cita.

En Pintura inhumana, la pintura de Leila Tschopp ensaya volver a acomodarse en cuadros.

Pintura inhumana 

Resulta posible contemplar la presente instalación de Leila Tschopp desde los diversos puntos cardinales activados en la sala: perspectivas múltiples que la artista ha inducido a través de sutiles mapeos con los que se propone orientarnos en el metraje, o por el contrario, marear y confundir nuestros sentidos. Sin embargo aquellas marcaciones no son meras localizaciones espaciales, ya que si bien la pieza demanda por parte del espectador su disponibilidad física para brindarse al recorrido, cada pintura es en sí misma un punto de llegada, el destino final de una ruta rotundamente específica. 

Una vez enfrentados a cada pieza como si nos encontráramos al pie de un imprevisto altar, cada pintura parece encarnar cierta forma de situación liminal, tan inesperada como esencial, tan accidental como imprescindible. Los humanos presentes en los cuadros, en todos los casos posesos por un estado de intenso caudal dramático, parecen estar ensayando alguna clase de punto ciego: asuntos del orden del desánimo y la finitud, de la desmesura o el espanto. Los humanos en las pinturas de Leila, se comportan como un elenco de actores a quienes la autora hubiera ungido para el emplazamiento de una suerte de testeo o ensayo psicofísico personal. Es posible casi escuchar las indicaciones que les ha dado antes de hacerlos entrar en el cuadro.

Las arquitecturas que rodean, albergan o protagonizan las pinturas -y que como en obras anteriores de la artista son dueñas de una modalidad polifacética capaz de migrar desde las paredes a los lienzos, o desde los lienzos hacia su presencia tridimensional,- empatan aquí con las emociones batientes: glorietas inconclusas, esquinas falsas y pasillos escorzados funcionan en las pinturas como cámaras de reverberancia que desde sus formaciones deshabitadas acrecientan el rigor existencial. 

¿Cuál es el peso de un cuerpo humano que se deja caer? ¿Cuál el de un ánimo en esa misma circunstancia? Es que sus pesadumbres propias, ¿se restarían o se sumarían en una eventual ruta de descenso? Estas preguntas, ubicadas entre las leyes de gravedad y su relación con las concupiscencias del alma, merodean entre las formas y el modo en que todo ha decidido acomodarse sobre el plano.

La paleta utilizada por Tschopp, se imanta con cierta cualidad propia de la lógica del corralón o las obras en construcción, en donde los colores de los elementos no responden al capricho o al azar, sino que devienen del cuerpo mismo de la materia que los comporta:  en el corralón el cemento es cemento, el ladrillo es ladrillo, la arena es arena. Si bien aquí no son esos los tintes elegidos para poner en juego, sí se ha vampirizado de aquellas prácticas su provocativa economía y su obstinada repetición; una condensación traviesa desde la cual la artista nos convence momentáneamente -con la participación cómplice de nuestra credulidad, claro- de que también aquí los colores existentes en los planos son los colores de las cosas.

En pintura inhumana, tanto los objetos como los sujetos logran afincarse y posicionarse en la superficie del cuadro; aun así, resulta inocultable el set de operaciones precedentes que como una celosa pátina de pentimento exponen los actos de la artista contenidos allí. Los movimientos invisibles de Leila titilan como una luz señal que nos impide equivocarnos; mientras los personajes llevan a cabo sus quehaceres en los cuadros, los cuadros están a su vez hechos de los quehaceres de Leila: los espacios, prueban ser locaciones en los que unos cuerpos habitan, sí, pero sin dejar de ofrecerse como simples líneas y planos; los cuerpos son concedidos a las pinturas como humanos, sí, pero una vez allí no les es dado desoír su categoría de pura sustancia.

Situada entre el rastreo diestro y preciso del agrimensor, y la hondura de la indagación metafísica, Leila Tschopp comanda los controles de su búsqueda mientras también se deja direccionar por ella. El punto de concurrencia que consigue entre los estados del alma y la escucha que ofrece a la materia, proveen a su práctica de una refinada y conmovedora fricción. Allí, la relación intensa entre su pensamiento y su fe en el devenir de la materia, se postulan implícitamente casi como una coordenada ideológica, no de las que se blanden como coqueterías sino de aquellas que no pueden evitar practicarse. 

Mariana Obersztern
Febrero, 2024                                                                                            

artistas

Diagrama #1. Movimientos dominantes en silencio

DIAGRAMA #1. MOVIMIENTOS DOMINANTES EN SILENCIO

LEILA TSCHOPP

CENTRO CULTURAL DE LA MEMORIA HAROLDO CONTI

buenos aires, argentina
19 ABR. 28 MAY. 2013

VISTA DE SALA

OBRAS

Escaleras, 2013

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
250 x 200 cm

Haz, 2013

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
250 x 200 cm

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X, 2013

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
250 x 200 cm

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Stick dance, 2013

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
250 x 200 cm

artistas

Vanguardia, caballo de Troya, América

VANGUARDIA, CABALLO DE TROYA, AMÉRICA

LEILA TSCHOPP

MACBA

buenos aires, argentina
19 MAR. 19 ABR. 2016

VISTA DE SALA

OBRAS

Calle de San Juan, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
100 x 150 cm

Caballo de Troya, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre lona vinílica
300 x 400 x 150 cm

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Stick dance (direcciones opuestas), 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
200 x 150 cm

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Planos tropicales (en superficie modulada), 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
260 x 200 cm c/u (tríptico)

Cruz negra, 2014

Leila Tschopp

Xilografía
60 x 40 cm
Edición de 15

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Cruz roja, 2014

Leila Tschopp

Xilografía
60 x 40 cm
Edición de 15

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artistas

Hades en demora

Hades en DEMORA

LEILA TSCHOPP
teatro san martín, buenos aires

9 AGOS. 1 SET. 2019

VISTA DE SALA

OBRAS

Sin título. Serie HADES en demora, 2019

Leila Tschopp

Acrílico vinílico sobre tela
150 x 100 cm

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Sin título. Serie HADES en demora, 2019

Leila Tschopp

Acrílico vinílico sobre tela
150 x 100 cm

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Sin título. Serie HADES en demora, 2019

Leila Tschopp

Acrílico vinílico sobre tela
200 x 150 cm

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VISTA DE performance

TEXTO

Hades en demora es una instalación enmarcada en tres situaciones escénicas. En ellas, la pintura, el cuerpo en movimiento, la escenografía y la arquitectura se interpelan mutuamente, desafiando las jerarquías disciplinares y formales. 

Hades en demora se desarrolla dentro de un ambiente general disgregado que evoca los despojos de un territorio en guerra. No hay imágenes completas, todo está al borde de su propia disolución. De manera tenue y vaporosa, la iconografía remite a la muerte, pero no desde una lente centrada en el quebranto, sino más cerca de la simbología de Hades: una deidad oscura, difícil de conocer en sus intenciones, impenetrable, lacónica, invisible (pero no transparente), cruel pero melancólica. Hades es el ciclo de la vida, la fecundidad y la muerte. Es la noche negra que antecede al día, el hundimiento, los campos yermos, la diseminación de fragmentos. La violencia y la morada.

Personajes ajenos, ausentes, o presentes pero imaginarios. Formas vivas que conviven con espíritus, convocando experiencias pasadas sedimentadas; acciones dispersas en lo errático que nos acercan imágenes vívidas de este territorio en permanente amenaza de disgregación.

Entre la fluidez del movimiento y la superposición de estratos sobre un mural; entre mito y llamado desesperado, esta instalación nos emplaza en un paisaje melancólico que anuncia un dilema que no podemos resolver (que no está en nuestras manos). ¿Es posible resistir al dolor en nuestras vísceras? ¿O deseamos, en definitiva, perder la piel y reunirnos con la arcilla inerte de la que surgimos?

Hernán Borisonik

artistas

El camino del héroe. Espectros y repeticiones

EL CAMINO DEL HÉROE. ESPECTROS Y REPETICIONES
LEILA TSCHOPP

galería ethra

cdmx, méxico
15 feb. 29 mar. 2019

VISTA DE SALA

obras

Manos #1. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
260 x 200 cm

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Sin título. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 20 cm

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Sin título. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 20 cm

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Sin título. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 20 cm

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Sin título. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 20 cm

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Sin título. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 20 cm

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Sin título. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
20 x 20 cm

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Sin título. Serie Prisiones, 2019

Leila Tschopp

114 x 95 cm
Inventario

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Sin título. Serie Prisiones, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre papel
30 x 20 cm

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Paisaje del altiplano #1. Serie El camino del héroe, 2016

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
260 x 200 cm

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TEXTO

Leila Tschopp presenta EL CAMINO DEL HÉROE. Espectros y repeticiones, exhibición proyectada especialmente para el nuevo espacio de la Galería Ethra en la Ciudad de México.

Un mural recorre la sala, compuesto por pinturas sobre tela y pinturas sobre muro. La imagen está conformada por episodios que se continúan e interrumpen pero constituyen una totalidad. En el espacio central de la sala, se dispone una lona que apoya sobre el piso y es tensada por cables de acero desde diversos puntos del techo y paredes laterales.

Dichas obras construyen una narración fragmentada y sin lógica aparente en la que cada pieza es una particularidad pero integra un todo al mismo tiempo. A pesar de que la relación de las imágenes no está determinada por una narración lineal, cada pintura contribuye a construir una sintaxis que reexamina relaciones posibles entre la figura y el espacio, la tensión y el movimiento, la soledad y el ensamble.

La obra de Leila Tschopp explora la espacialidad de la pintura enfatizando la experiencia física del espectador. Las instalaciones pictóricas que desarrolla presentan pintura sobre muro, pintura sobre tela, estructuras móviles y materiales flexibles. Evocan signos de diferentes sistemas de imágenes (historia del arte, arquitectura urbana, escenografía teatral) para investigar la repercusión espacial de esas referencias, los alcances del espacio real y representado y la relación entre imágenes. En estas instalaciones el espacio es cuidadosamente estudiado para cuestionarlo, distorsionar sus coordenadas e involucrar al espectador en la experiencia.

artistas

Hades en hastío

Hades en HASTÍO

LEILA TSCHOPP

25 ABR. 19 JUN. 2019

VISTA DE SALA

OBRAS

Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

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Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

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Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

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Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
65 x 95 cm

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Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
65 x 95 cm

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Sin título. Serie HADES, 2019

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 65 cm

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VISTA DE performance

TEXTO

Hades en hastío habla con la voz de una deidad oscura, impenetrable, lacónica. Evoca un lugar en el que se congregan los fragmentos de tiempos detenidos (un pasado que yace en la latencia, un futuro que se obsesiona con no ser). Conjura fantasmas de territorios rasgados en los que el ciclo vital se ha interrumpido. Es el hiato, la tierra de nadie, la noche negra que no antecede al día.

Hades no tiene presente, existe entre presagios y repeticiones. Es un vacío parlante, una astilla, un espectro desgarrado que insiste en repetir un mantra: “golpearemos las gargantas de quienes no creyeron en nuestra gloria”.

Leila Tschopp / Hernán Borisonik 

Marzo 2019

artistas

AMA

AMA

LEILA TSCHOPP
curaduría Hernán Borisonik

26 sep. — 4 nov. 2017

VISTA DE SALA

Ph. Ignacio Iasparra

OBRAS

Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
150 x 200 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
66 x 95 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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Sin título, 2017

Leila Tschopp

Acrílico sobre tela
95 x 66 cm

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TEXTO

AMA

Acostarse en el suelo, mirar el cielorraso, cerrar los ojos y encontrarse precisamente ahí –justo entre lo abstracto y lo gurativo– con la imagen foránea de lo interno. Si este ejercicio pudiera sintetizarse hasta alcanzar universalidad, tomaría una forma muy cercana a la de esta exhibición de Leila Tschopp.

Expandiendo su diálogo desde las vanguardias del siglo XX a los interiores de Hopper y los dormitorios arlesianos de Van Gogh y Lichtenstein, esta muestra tiene como origen la necesidad de una obra de iluminar su propio reverso, su opuesto complementario, como prueba vital del exilio permanente al que nos arrojan las tensiones entre los espectros y la carne. Si antes eso brillaba en un espacio público, transitable y utilizable, ahora brota –sutil– en una serie de guras y una habitación que se recorre mentalmente. El peregrino heroico muestra, nalmente, su codependencia con la forma insistente de la roca; Sísifo se funde con la montaña que lo sostiene.

En AMA, Leila recicla y resignifica aspectos cardinales de la genealogía de su propia obra. Es una muestra que se relaciona con el mundo bajo la mediación del sí-mismo. El vínculo con otras capas geológicas queda evidenciado, a través del uso de ciertos recursos muy característicos, como la pintura sobre muro, el políptico (como forma narrativa que avanza por saltos y asociaciones), la instalación o incluso la apelación y reinterpretación de las lonas y los tambores metálicos, trans gurados, puestos patas para arriba. Y también recupera el tono mitológico, aunque asociado ahora a la solemne Hera o la determinada Gea.

La perspectiva y la referencialidad generan un clima inquietante y ceremonial y producen una plataforma para saltar hacia adentro. La repetición mental de los recorridos familiares, el uso automático de elementos cotidianos y el consentimiento tácito de algunas estructuras limitantes son puestos en suspenso a través de operaciones y mecanismos que nos obligan a preguntarnos sobre la reversibilidad del espacio accesible. Muros, obstáculos calados, ladrillos y huecos imaginarios enfrentan el ojo y provocan un despliegue de imágenes domésticas, simultáneamente personales e icónicas. Entre el indicativo y el imperativo, AMA va de la mesa al espejo y de las prácticas mecánicas a la abstracción reflexiva.

Hernán Borisonik

artistas