La propuesta para esta edición de arteBA 2019 reúne obras de Florencia Böhtlingk (Buenos Aires, 1966), Diego Figueroa (Buenos Aires, 1974. Vive y trabaja en Chaco), Santiago García Sáenz (Buenos Aires, 1955-2006) y Dani Umpi (Tacuarembó, 1974) que configura un horizonte litoraleño expandido, que contiene no solo a Chaco, Misiones y Uruguay sino que también abreva en Río de Janeiro y Buenos Aires mediante la presencia de referentes, saberes vernáculos e idiosincrasias afectivas. Son piezas que toman los aportes de las corrientes visuales de la modernidad de inicios y mediados del siglo XX y que diagraman desde zonas “periféricas”, para posicionarse políticamente con herramientas críticas, que incluyen el saber hacer, el humor y la inteligencia para articular un discurso que atiende a cuestiones de género, diversidad sexual, usos de la tecnología y del discurso religioso.
A su vez, una figuración “descentrada” recorre esta propuesta, no sólo por el tratamiento en las piezas pictóricas y escultóricas sino también por las formulaciones escriturales en las obras de Dani Umpi. Figuras geometrizadas y primitivizadas se hacen presente en la pintura de Bohtlingk, que se explayan en cercanía a las que desarrollara García Sáenz, de cierta formulación ingenua.
A su vez, imágenes de jardines canónicos en las piezas de Figueroa se presentan en dispositivos resueltos con tono vernáculo y pícaro del saber popular, y señalan a las formulaciones de Umpi en las que se reivindica una tradición modernista brasilera y el actual uso espontáneo de vericuetos lingüísticos utilizados en las redes sociales. Cuatro artistas de diversas generaciones que diagraman sobre la posibilidad de un paisaje exuberante y alucinado, en donde conviven una mirada que insiste en la inscripción de una localización regionalista con tópicos urgentes de la política actual.